¡POR FIN LLEGO EL DÍA! ¡NOS VAMOS DE SAFARI!
¡Comienza la aventura! El día de nuestra primera excursión, todos llegamos al cole un poquito más nerviosos y expectantes de lo habitual. Nos íbamos al safari... en autobús. El viaje resultó de lo más emocionante.
Al llegar allí, nos estaba esperando Lucía, la profe del safari. En primer lugar, hicimos una pequeña parada y aprovechamos para ir al baño. Una vez que todos habíamos ido al baño, nos llevó a un lugar donde hacía un poco de calor. Allí nos enseño a los cocodrilos, las serpientes y más reptiles. Daban un poquito de miedo, pero Lucía nos explicó que no podían salir de sus casas.
A continuación nos volvimos a subir al autobús, y comenzamos un recorrido, por la zona donde los diferentes animales estaban en semilibertad, éramos nosotros los que íbamos "encerrados" en el autobús.
Vimos jirafas con su cuello enorme.
Leones y leonas, separados por manadas, para evitar conflictos entre ellos. También había un león bebe que todavía no tenía melena. Lucía nos contó que tenía aproximadamente seis meses, pero era casi tan grande como las leonas.
El rinoceronte blanco, que está en peligro de extinción. Nos dio un poquito de pena lo que nos contó Lucía. Resulta que a los rinocerontes los mataban para conseguir sus cuernos pensando que era como una piedra preciosa de gran valor. Pero el cuerno del rinoceronte está hecho de queratina, como nuestra uñas. Cuando los humanos se dieron cuenta, ya era demasiado tarde.
También había hipopótamos. ¿Queréis que os contemos un secreto de los hipopótamos? Pues resulta que no son unos animales muy limpios porque les encanta revolcarse en el barro y el lodo.
Después vimos unos animales un poquito locos, los monos. Cuando los monos son bebés, sus mamás los transportan agarrados a su barriga o a su espalda. A los monos les encanta la fruta, no solo los plátanos, también les vuelven locos las manzanas y las naranjas. Pero hay una cosa que estos animalitos no hacen nada bien que es pelearse por la comida y no compartirla. Vamos a tener que llevarlos al cole para que aprendan a compartir, como nosotros.
Había unos animales un poco raros. ¡Parecían toros! Pero se trataba de bisontes.
También vimos cabras y cebras. Una pregunta papis. Las cebras, ¿son blancas con rayas negras o negras con rayas blancas? Pues Lucía nos contó que ahora saben que son negras con rayas blancas porque por medio de ecografías cuando están en la tripita de sus mamás han visto que en ese momento son totalmente negras y que las rayas blancas aparecen después.
Estas vacas con cuernos tan grandes son Watusis, vacas africanas.
Conocimos también al ave más grande, el avestruz.
Vimos ciervos y gamos.
Y presenciamos hasta una carrera de dromedarios, que decidieron pararse delante de nuestro autobús y nos tuvieron un ratito esperando.
Bueno... pues después de ver tantos animales, nos entró el hambre e hicimos una paradita para comer. ¡Qué ricos estaban los sandwiches y los bocadillos que nos habían preparado nuestras familias!
Después de comer, Lucía nos contó que las cabritas también tenían hambre, ¡todavía no habían comido! y nos dijo que podíamos ayudarle a darles de comer. ¡Cómo les gustaron nuestras zanahorias! ¡Nos las quitaban de las manos!
Y finalmente, llegó el momento de despedirnos del safari y de Lucía, que nos dijo que nos habíamos portado fenomenal y nos dio una invitación para poder volver con nuestras familias y poderles contar todo lo que habíamos aprendido.
Eso sí, después de un día con tantas emociones, en el viaje de vuelta....
Comentarios
Publicar un comentario